Meredith Grey.

Es la interna de primer año con un talento indiscutible y además hija única de Ellis Grey, una reconocida cirujana que lucha contra la enfermedad de Alzheimer. Sus padres se separaron cuando ella era muy pequeña, debido a la infidelidad de su madre, por lo que Thatcher, su padre, la abandona a los 5 años. Tuvo una adolescencia alocada, pero su madre le aconsejó estudiar medicina, a pesar de que no tuviera lo necesario para ejercerla. Suele acostarse con muchos hombres, y en una de esas aventuras de una noche conoce a Derek, con el que se acuesta y del que a la mañana siguiente se despide, sin saber que él será su jefe en su nuevo trabajo en el Seattle Grace Hospital, que comienza ese mismo día. Comienzan una relación que va viento en popa, hasta que la esposa de Derek aparece, sin que Meredith supiera que Derek está casado. Meredith lo pasa mal al ver que Addison, la mujer de Derek, es buena persona y no la culpa de lo sucedido en su matrimonio, pero decide dar a Derek un ultimátum para que elija entre una de las dos. Derek elige a Addison, lo que hace que Meredith sufra, ya que sigue enamorada de él, pero no puede tenerlo. Cuando se recupera de su depresión y no sin la ayuda de algún rollo de una noche (incluyendo una terrible noche de sexo con George) y del tequila, conoce a Finn Dandridge, el veterinario de su perro, y comienzan una relación, pero Derek se da cuenta de que la quiere a ella y decide dejar a Addison, por lo que es ahora Meredith quien tiene que decidir entre Finn o Derek. Meredith elige a Derek, y vuelven a ser novios, felices, aunque con algún altibajo pasajero. Uno de sus peores momentos es cuando, intentando ayudar a un paciente del accidente de ferry, cae al agua y se ahoga. Tras un tiempo entre la vida y la muerte, lo supera, pero pierde a su madre, que estaba enferma del corazón, e intenta superarlo con la ayuda de su madrastra Susan, que la trata como a una hija, y su padre Thatcher, al que intenta conocer un poco más.